Un urunday enano
Un urunday bonsái de 14 años recibió Fabriciano de las manos de Carlos Sosa.
“En el año 2000, le pedí a Carlos, un pequeño urunday. Pasaron 14 años y hoy tengo la gran alegría de recibir esta delicia de la naturaleza que dan ganas de tenerlo muy al lado de uno” dijo Fabriciano.
Sosa comentó a la prensa que siente un alto aprecio por Fabriciano, “La única formas que encontré para agradecer lo mucho que hizo. Valió la pena esperar y ahora, ya es un árbol de urunday y es la hora de entregarlo”
“En guaraní, urunday significa árbol de buena madera; qué más justo para una institución como la nuestra; vivimos en un pueblo con muchas necesidades. Tenemos que ser plantas que dan semillas, buenas semillas”.