Estela Celaya: Fabriciano, ¡es profeta en su tierra!
Con el emplazamiento de ocho nuevas esculturas y la reinauguración de otras dieciséis, se inauguró el Corredor Fabriciano Gómez y la Casa Museo, seguido a las inauguraciones, la señora Estela Celaya vecina del artista por más de 30 años, tomó la palabra y dijo a los presentes:
“Voy a comenzar diciendo. El mundo conoce sus obras, el pueblo conoció sus obras, yo le voy a decir que sentimos como vecinos, por Fabriciano, lo que significa Fabriciano para nosotros. Nosotros que estamos cerca de él, que compartimos muchas horas, que lo vemos salir a la mañana temprano para ir a cumplir con todos sus sueños, para hacer otra obra de arte de las que él está acostumbrado a hacer y donde queda plasmada toda la verdad, como dice él, con otras palabras.
Es increíble, después de haber recibido tantos premios, tantos elogios en todo el mundo, de haber sido conocida la magnificencia de su obra que no es poca, imagínense donde vive. Acá en esta casa, en este barrio que lo vio nacer, crecer, que lo vio criar sus hijos, que lo vio criar a sus nietos, compartir con sus vecinos unas comidas, ese es Fabriciano, el humilde.
Que en una oportunidad se atrevió a ir a Italia, y entre los vecinos nos preguntamos.
– ¿volverá Fabriciano?
– ¡No, no creo, te imaginás como está allá, todo el mundo lo reconoce!
-¡Esta triunfando, sería una locura que vuelva para acá!
– Pero acá está su mamá Dorita.
– y bueno, vendrá a saludarla y después se volverá.
Y no faltó también quien dijera. No hay profeta en su tierra, pero acá el apotegma no sirvió Fabriciano ¡ES PROFETA EN SU TIERRA!
Recién cuando veía el perfil de Fabriciano, nosotros los vecinos que lo tenemos cerca, los que tenemos la suerte de tenerlo unos minutos más para charlar, sabemos no tan sólo de su humildad, de su sencillez, sino también sabemos del gran dolor que tiene Fabriciano, dolor, físico y cuando se descubre el perfil y vemos que le hace un homenaje a ese dolor.
No tan sólo digo estoy frente a una persona sencilla, estoy frente a un gran cristiano.
Fabriciano gracias por tus obras, gracias por enaltecer con tu nombre nuestro barrio”.