Fabriciano realizó un balance de fin de año
2017 fue un año de grandes logros para la Fundación Urunday. No sólo se revalidaron las normas ISO sino que además recibió el “Sol de Plata” del Rotary Club de Buenos Aires.
Con gran satisfacción se refirió Fabriciano a estos acontecimientos, destacando los 29 años de trayectoria con que cuenta la institución. “Venimos trabajando con la misma pasión y con la misma intención en un proyecto que naturalmente se fue ampliando con el tiempo, porque por ejemplo, hacernos cargo del mantenimiento de las esculturas de la ciudad es algo reciente”, aseguró.
En relación al reconocimiento recibido desde el Rotary Club de Buenos Aires, Fabriciano dijo que fue la primera vez en la de historia de esta entidad que premió una institución que no está en Buenos Aires sino a más de mil kilómetros, en el interior del país. Influyó en eso el trabajo que se viene realizando desde la Fundación Urunday. “Les llamó la atención el comportamiento de la gente en Resistencia, les pareció un extraño fenómeno, porque en Buenos Aires las esculturas están resguardadas detrás de las rejas. Creo que eso tuvo que ver en que nos otorgaran el premio”, observó.
“El Sol de Plata” es un importante reconocimiento entregado por el Ateneo Rotario, una institución creada en 1966 que prestigia desde entonces al Rotary Club a partir de su agenda cultural, de la cual esta premiación anual a instituciones y personalidades destacadas del país es una de sus mayores actividades.
La Fundación Urunday fue distinguida por el gran trabajo que lleva adelante para la cultura chaqueña desde la Bienal de Internacional de Escultura, con la que logró posicionar al Chaco dentro de los circuitos internacionales del arte.
“Los premios son un estímulo, a veces buscados y otras no. Este “Sol de Plata” fue una gran sorpresa para nosotros, una gratísima sorpresa”, destacó el artista quien consideró como un doble premio el haber sido reconocidos “por hacer lo que nos gusta”. Y que haya instituciones que los otorguen con convicción y honestidad es un privilegio en la sociedad.”
Además este año la Fundación Urunday superó con éxito auditoría de Certificación de Normas ISO 9001 donde se auditaron los procesos de organización y ejecución de la Bienal Internacional de Escultura y el de emplazamiento, mantenimiento y restauración de esculturas; en el marco del proyecto “Resistencia, la Ciudad de las Esculturas”.
Se evaluó el Sistema de Gestión de la organización para verificar si el diseño del mismo cumple con los requisitos de las normas, su implementación eficaz en base al cumplimiento de los requisitos establecidos en las normas IRAM ISO 9001:2008 para otorgar la Certificación IRAM de Sistemas de Gestión según se establece en el reglamento de contratación y uso y efectuar su seguimiento.
“ El resultado de la auditoría fue exitoso y se mostró la mejora continua del sistema implementado para lograr una gestión transparente y de calidad el año que viene la auditoría se realizará durante el desarrollo de la Bienal y representará un doble desafío ya que no sólo será auditar la Bienal sino que además deberá ser realizada con la versión 2015 de la norma ISO 9001 que tiene grandes cambios y mejoras que redundará en más beneficios en la gestión de la Fundación”.
“29 años son muchos”, señaló Fabriciano. “Lo importante es pensar en el hoy mientras proyectamos hacia el futuro, algo que desde la Fundación tenemos muy claro. Ya estamos hablando del 2020, pero al mismo tiempo vivimos y disfrutamos este momento. Los 30 años en definitiva no son más que la identidad en movimiento, es esta institución que sopló un poquito hacia lo que es engalanar la ciudad con esculturas.”