16 Jul De la artista Paulina Webb Sobre la superficie del Río Negro, inauguraron la instalación efímera “Reflejos Liberados”
En un acto cargado de emociones y con un gran marco de público, la artista visual, Paulina Webb, inauguró su instalación acuática efímera denominada “Reflejos Liberados” la cual quedó en exposición en pleno Río Negro. La misma está constituída por cientos de botellas plásticas unidas unas con otras, las cuales generan una explosión de color en el agua al ser alcanzados por los rayos del sol.
El evento tuvo lugar este martes por la tarde en la ribera del Río Negro, a metros del paseo Costanero del Domo del Centenario, donde se desarrolla la Bienal de Escultura 2014. El mismo contó con la presencia de la artista, quien estuvo acompañada de su equipo de trabajo. Además participaron el presidente del Instituto de Cultura, Edgardo Pérez e integrantes de la Comisión Directiva de la Fundación Urunday.
Mimo Eidman, en representación de la Fundación, explicó que la intensión de Webb no fue invadir el espacio “sino formar parte de él, integrándose con el Río”. “Esta instalación fue realizada con botellas de plásticos descartables, que fueron multiplicándose de manera infinita, posándose sobre el río, sugiriendo un estallido de diminutos reflejos y de intenso color que se deslizan sobre las ondulaciones del agua”, explicó, al tiempo que retomó palabras de la propia artista para explicar el significado de la obra: “Cuando la noche comienza a desaparecer, y el día despierta con los primeros rayos del sol, intensos reflejos empiezan a filtrarse por el río modificando el todo”, lo que genera la “posibilidad infinita de crecer, de no tener fin. Del tiempo sin tiempo, en un lugar sin lugar”.
“Gracias Poli, por tu aporte, gracias sobre todas las cosas por tu ser tan excepcional”, dijo Eidman, para luego fundirse en un emotivo abrazo con la autora. A su turno, el presidente del Instituto de Cultura le dio la bienvenida a la artista y agradeció su presencia en la Bienal. “Es una visita que nos prestigia”, sostuvo.
A su turno, ya visiblemente emocionada, Paulina Webb convocó a su equipo al escenario, en el cual incluyó a una perrita callejera que el grupo adoptó como mascota mientras desarrollaban su labor, que comenzó hace dos semanas, antes del comienzo de la Bienal. “Todos saben que hasta nos hicimos de una mascota; formamos una gran familia. Gracias y espero volver pronto”, sostuvo. “Desde el 4 de julio estamos trabajando durante diez horas y recién como a los destellos de esta obra los liberé”, dijo la artista para luego con la voz quebrada remarcar: “Los artistas no hablamos, hacemos. Así que gracias a la Fundación, a Mimo, a Fabriciano”.
“Siempre dije que el hito de cualquier escultor argentino era acá”, reconoció, tras el acto. “Es como llegar a un espacio que todos deseamos. Yo estuve en muchos eventos internacionales y lo que siempre escuchaba decir y preguntar era como hacer para llegar al Chaco, de todas partes del mundo preguntaban”, afirmó.