22 Ene Chaco emplazará El David donde antes enterraron otra maldecida escultura indígena
Al conocerse que la ciudad de Resistencia tendría una réplica de “El David”, la famosísima escultura de Miguel Ángel, los historiadores del arte recordaron inmediatamente a una obra similar que, mucho tiempo antes, la misma ciudad censuró.
Con total certeza no se sabe a dónde fue a parar esa obra: “El Indio”, del escultor Crisanto Domínguez. Sin embargo, la mayoría de los relatos coinciden en que la enterraron en el Parque Intercultural Dos de Febrero, donde este año se espera que emplacen “El David” y que en julio comience allí una nueva edición de la Bienal del Chaco.
El periodista Marcelo Nieto recuperó la historia de “El Indio” en una crónica en la que detalló que la obra escultórica fue encargada por el presidente del Concejo Municipal, doctor Marcelino Castelán, a finales de los años ’30 “para rendir homenaje a los verdaderos dueños de la tierra”. El lugar elegido para emplazarla fue la intersección de las avenidas 9 de Julio e Italia.
“Alzada sobre un pedestal de ladrillo de dos metros de altura, El Indio (que sumaba otros tres metros) se levantaba robusto, con su lanza en mano, mirada torva, género humano terror del blanco; tenía, además, unos genitales de gran tamaño que no cubrían ningún taparrabos”, detalló Nieto.
La réplica de “El David” del museo de la Cárcova también es un hombre desnudo y fue obsequiado a la Argentina con motivo de su centenario; es un calco digital cursado con tecnologías innovadoras en el mundo del arte y posee validación de original. Además del pedestal que comenzaron a construirlo en el Parque Intercultural Dos de Febrero, “El David” supera los 5 metros.
La alegría por esta llegada a la capital chaqueña es tan grande que la prensa de la Bienal habla de “la gesta del David del Chaco”. Al contrario, hace casi 100 años “El Indio” de Crisanto Domínguez generó tanta indignación en un sector de la sociedad resistencia que primero lo caparon y luego tumbaron la escultura.
Un hito en la historia de la censura del arte, sobre todo porque nunca recuperaron los restos de la obra. Dicen que la estatua fue a parar a lo que por entonces era un poco monte y basurero, un poco cementerio aborigen y que después se convirtió en el lugar de festejo para el arte escultórico en Resistencia. “El lugar lindaba con una toldería toba, donde la estatua del indio luciría entre sus pares”, añadió Marcelo Nieto en su crónica.
Miguel Ángel Buonarroti realizó “El David” entre 1501 y 1504 y la historia del arte la considera como una de las obras maestras del Renacimiento. Ahora, hasta expertos de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) intervinieron en el proyecto resistenciano con estudios sobre la resistencia de la réplica al viento.
Desde su adolescencia, Crisanto Domínguez fue premiado a nivel nacional por sus obras en madera. Nació en Las Palmas, Chaco, en 1911 y solía contar que su madre era una mujer originaria y su padre un peón paraguayo. Falleció en 1969 en Resistencia y la mayoría de sus obras representan figuras femeninas y bustos variados.
La confusión de arte con pornografía da lugar a que, hasta hoy, en muchos lugares del mundo se censure a “El David”: simplemente no quieren que se muestre al público al hombre desnudo de 5 metros.
Hay otro hecho más que podemos agregar como hito en la historia reciente de la censura del arte. Hace una década, un integrante del ballet de la fiesta del chamamé en Corrientes se presentó, en una de las primeras noches, vestido de Kurupí.
La leyenda guaraní destaca su miembro viril que el monstruo fálico usaba para violar mujeres vírgenes, y el vestuario trató de ser fiel a esa fisonomía mítica. Fue un escándalo en Corrientes y cuando el ballet repuso la obra en la misma edición de la fiesta, el Kurupí apareció capado.