12 Jun José Eidman: “Con la Bienal la escultura se volvió una acción artística”
El presidente de la Fundación Urunday, entrevistado por momarandu.com, destacó la evolución del evento en sus más de 30 años de existencia, pasando de anual a uno bienal, cambiando los materiales utilizados por los escultores, desde la madera local hasta piedra, mármol y metal, y remarcó que debido a ello, Resistencia pudo enriquecerse culturalmente aprendiendo de maestros nacionales e internacionales hasta convertirse en uno de los museos a cielo abierto más importantes del mundo.
Eidman expresó que en la Bienal no solo se exhiben esculturas, sino que también se incluyen otras disciplinas artísticas como danza, teatro, música y congresos de arte.
Subrayó que el evento es gratuito y atrae a visitantes de distintas regiones, su trascendencia para generar un impacto positivo en la economía local y transformar a la ciudad en una plataforma de desarrollo cultural sustentable que fomenta la participación y el aprendizaje artístico.
La Fundación Urunday, hace mucho tiempo, es organizadora de la Bienal, que ya tiene fecha, en los tres días del mes de julio. Comenzó en la década de los 80, en la Plaza 25 de Mayo, fue creciendo y ahora es un polo de atracción cultural y turístico para el Chaco.
– Sí, la verdad es que, como lo decía recién, esto es un acontecimiento artístico que surgió en el año 1988, poquitos años después de que Fabriciano Gómez, este escultor chaqueño consagrado en el mundo, vino con una loquísima idea que fue llevar a 35 escultores de la Argentina a trabajar en la plaza central de la ciudad. Un acontecimiento inédito en América y, de repente, la clásica del arte, que es la escultura, se volvió una acción artística, una intervención del espacio público, donde fue realmente algo muy novedoso y la comunidad de Resistencia automáticamente se volcó a la plaza. Por ahí pasábamos todos: los que iban al banco, los que iban al café, los que iban a trabajar, los que íbamos a la facultad.
Nos quedábamos a charlar con los escultores y nos mostraban la técnica. Recordábamos también que año a año el material utilizado era distinto, y eso nos permitía, porque al principio fue, ¿se acuerda que fue anual? Después se pasó a hacer bienal.
– Exactamente, en el 98 se volvió bienal y al principio se trabajaba con madera dura de la zona y con el tiempo se volvió bienal. Con el objetivo de seguir alimentando ese patrimonio escultórico que hay en la ciudad, en las veredas de la ciudad, se cambiaron los materiales. La gente podía pasar y ver a estos escultores trabajando a veces la piedra, el mármol, a veces el metal. Y así, bueno, de alguna manera el ciudadano se fue enriqueciendo. Nosotros estuvimos aprendiendo de estos grandes maestros de la escultura que empezaron siendo nacionales y con el correr de los años… Hoy, ya 36 años de aquel primer concurso, ya con formato bienal, se ha consolidado en la escena internacional de la escultura como uno de los certámenes a cielo abierto más importantes del mundo.
La visión de la sociedad fue cambiando y lo que antes no estaba tan permitido o era ocultado, fue a principios del 2000 tomando una nueva idiosincrasia.
– Sí, totalmente. Hasta el 2016, hasta el 2018, inclusive, cada bienal tenía un tema que se proponía para inspirar a los diferentes artistas del mundo y artistas locales. A partir del 2020, ya Fabriciano todavía vivía, decidió un poco soltar eso de establecer temáticas y dejar a los artistas crear con total libertad, sin ningún tema que los inspire. Así que, en esta ocasión, ya con una temática libre, pero sin duda atravesado por esto que hoy, de alguna manera, nos toca a todos, que es la tecnología y la inteligencia artificial, gran parte de los contenidos de esta bienal, que no solo es de escultura, porque claramente ese certamen tradicional, hoy, ya en formato bienal y con carácter internacional, reúne a 10 escultores del mundo, que para esta edición han sido seleccionados entre más de 157 postulantes de 55 países. Esta gran actividad escultórica de conocimiento internacional se completa con casi todas las demás disciplinas artísticas, porque durante esa semana del 13 al 21 de julio, este predio de 10 hectáreas tendrá danza, teatro, música, congreso internacional de artes, un festival filarmónico. En esta gran manifestación de arte contemporáneo, no solo conviven los artistas consagrados, sino también los artistas en la gente del territorio de la disciplina. Entonces, es realmente muy interesante el enriquecimiento y de alguna manera cómo estos saberes se transfieren y los artistas los cuales también encuentran en esta disciplina alguna oportunidad para visibilizar su arte, para perfeccionar su arte, y de alguna manera para empezar a transitar su trayectoria artística y dejar a sus futuros discípulos.
Uno entiende que la atracción fundamental son los artistas internacionales. Recuerdo un evento, cuando la Camerata Bariloche se pudo disfrutar en el Domo.
– Sí, fantástico. Eso es lo que se da en esa semana, que además de acceso gratuito para todo el mundo, combina la posibilidad de disfrutar en familia de casi todas las disciplinas artísticas. Y como decías vos, el artista local, también el artista convocado, un escenario que funciona de manera sincronizada, el nuevo escenario, un gran escenario en la pista del atletismo, otro en el anfiteatro donde está la banda de emergentes. Realmente, una actividad que pensando en coincidir con la primera semana de la reunión de invierno, se vuelve un destino ligado para todos los que estamos en la región, para los chaqueños, los correntinos, los formoseños. Un destino, una cita obligada es venir a los últimos días a disfrutar de la arena y tener esta oferta artística y cultural tan ensanchada, más a esas personas argentinas, más a esas personas de pueblos originarios. Realmente, una fiesta de verdad y de cultura que se ha transformado en una plataforma de desarrollo cultural sustentable, porque esto genera actividad y hace un impacto público, también un impacto social en nuestra comunidad. Porque para invierno, cada viernes, cada julio, cada noviembre, no solo a las disciplinas artísticas, sino también en Corrientes, a las oficinas ciudadanas, a los restaurantes que trabajan todos los días. Realmente es una muestra de que el arte no solo es una expresión estética, sino que también es un agente transformador muy poderoso para mejorar la realidad económica y social de nuestra comunidad.